Elaboramos galletas artesanas, una a una, con ingredientes de calidad siguiendo la misma fórmula de hace 100 años. Deliciosas por su aroma y textura crujiente y recubiertas con la mejor cobertura de chocolate. Ideales para acompañar catering, reuniones de empresa y para regalar como detalle en eventos y celebraciones.

El obrador El Rosal se fundó en 1920 en Tàrrega y sus productos alcanzaron rápidamente una gran popularidad. El propietario se jubila y decide proponer a la Asociación Alba que siga con el negocio y que se convierta en una actividad empresarial que pueda dar empleo a personas con discapacidad.

Después de un periodo de aprendizaje El Rosal toma el relevo y continúa el proceso de elaboración manual a partir de la misma receta. Desde entonces elaboramos galletas una a una con ingredientes naturales de primera calidad siguiendo la misma fórmula de hace 100 años. Deliciosas por su aroma y textura crujiente y recubiertas con la mejor cobertura de chocolate.

El obrador es actualmente un espacio de trabajo inclusivo, una diversidad que nos enriquece y nos da una capacidad de innovación original y diferente.

Distribuimos nuestras galletas en tiendas y establecimientos de toda Cataluña en dos tipos de packs diferentes, uno para grandes superficies y el otro destinado a regalos y tiendas Gourmet. También elaboramos lotes gastronómicos, sobre todo en épocas navideñas.

Las galletas de El Rosal son un producto perfecto para acompañar catering, reuniones de empresa, celebraciones y en general para acompañar muchos postres como helados, macedonia de frutas, cafés, pasteles o yogures.


La historia del arrugado, de cómo un pequeño fracaso ha convertido en un éxito

Luis trabajaba en el obrador de galletas El Rosal, el trabajo le gustaba mucho y se sentía orgulloso de poder participar en el proyecto, pero tenía un pequeño problema: no había manera de que le salieran los barquillos!

Desesperado, arrugaba la pasta de galleta y la dejaba en una bandeja. Aquella especie de galleta arrugada, la gente del obrador se la comía y todo el mundo la encontraba muy buena. Y un día la responsable del obrador pensó:

Si son tan buenas, por qué no las vendemos? Y si por sobre las rociamos con cobertura de chocolate?

Y así fue como aquella galleta que surgió del pequeño fracaso de Luis ha acabado siendo el producto más vendido de El Rosal: ELS ARRUGATS