En el año 1975 se fundó la Asociación Alba, con el objetivo de ofrecer oportunidades y defender los derechos de las personas con discapacidad que, hasta entonces, habían estado como hemos visto “escondidas” a los ojos de muchas personas. Acompañados de las familias, un grupo de personas empezó a desafiar todas las barreras y a buscar nuevos caminos para hacer las cosas.

Todo comienza con la Escuela de Educación Especial Alba con 5 alumnos y 1 maestra en las antiguas aulas del Carmel. La ilusión de formar parte de una sociedad con igualdad de oportunidades les impulsaba a seguir adelante con los pocos recursos que tenían. ¡Nada los podía frenar!




¡Y se pusieron en marcha! ¡Y tanto que lo hicieron! Socializar con la gente del pueblo, ir a comprar para promover la autonomía de estos niños o incluso ir de colonias cuando nadie lo hacía fueron algunas de sus prioridades. Habían estado demasiado tiempo detrás de las puertas. ¡Ahora tocaba salir y alzar la voz!

Y a medida que se iban abriendo horizontes, la entidad fue creciendo y aparecían nuevas necesidades esenciales para garantizar la sostenibilidad del proyecto y un futuro para las personas.



Se inician actividades laborales como la lavandería en los bajos del Hospital, donde empezaron lavando las camisetas del Club de Fútbol del Targa y el lavadero de coches que se hizo famoso en toda la ciudad. Incluso llevaban allí el coche de la funeraria, pero nadie quería limpiarlo y a menudo tocaba hacerlo a suertes entre los trabajadores… ;)

El lavadero de coches estuvo activo durante muchos años, primero se empezó limpiando a mano y después se semi-mecanizó, pero con la llegada de los túneles de lavado automáticos el negocio empezó a perder clientes y tuvo que cerrar. ¡Había que volver a reinventarse con una nueva actividad laboral!




“¡Allí abajo con los subnormales!”, decían cuando en 1990 el Ayuntamiento de Tàrrega nos cedió un terreno a las afueras de Tàrrega donde poder construir la sede de la Asociación Alba, aunque entonces se llamaba “EL TALLER”. Por fin, un espacio propio donde poder hacer crecer el proyecto y los proyectos de vida de las personas.

Las juntas al frente, todas ellas formadas por personas muy comprometidas, y los equipos profesionales cada vez más profesionalizados, afrontaban con imaginación los problemas del día a día, preocupándose siempre por la sostenibilidad económica de la entidad. Y de vez en cuando algún tropiezo que lo hacía tambalear todo, como la deslocalización de la empresa FURAS que provocó el cierre de un día para otro del servicio de cables y dejó a 50 personas sin trabajo.



Y en el año 2001 el señor Serra nos dio la llave del obrador de galletas El Rosal, una empresa familiar que no tenía continuidad y que pasó a ser un proyecto social que cada día endulza la vida de muchas personas. 
¿Quién no ha probado los arrugats de Lluís? ¡Cuando la imperfección se convierte en un éxito!

Y quien dice El Rosal, dice El Gat, que desde 2014 es un punto de encuentro para muchas personas en Tàrrega y una puerta de entrada a la diversidad y a la inclusión. 





¿Qué pasará cuando nosotros no estemos? Se preguntaban las familias. El reto de la vivienda ha centrado desde entonces muchos de nuestros esfuerzos. Poniendo a la persona en el centro y preguntándole dónde quiere vivir.

Un antiguo albergue juvenil en el centro de Tàrrega se transforma en la primera residencia, la Llar Aleix y después la Llar Alba. Pero la maldita pandemia nos “ratifica” aquello que ya sabíamos. Que el modelo de hogares más pequeños o un parque de viviendas con pisos sociales con apoyo promueven una vida más independiente y abierta a la comunidad. 
Un claro ejemplo de modelo innovador es el Espacio Comunitario La Bassa. Un equipamiento que tiene como objetivo promover el envejecimiento activo acercando los servicios a las personas mayores y crear comunidad en un territorio rural.



Pero la transformación social también pasaba por garantizar otros ámbitos de la vida de las personas como la cultura y el ocio. Participando de la vida comunitaria como ciudadanos de pleno derecho.

Primero fueron colonias, pero después empezaron los viajes al extranjero. Fuimos pioneros accediendo a programas europeos hace ya más de 20 años, recibiendo y enviando voluntarios europeos y las personas y profesionales de Alba participando en intercambios y formaciones en el extranjero.
¡Eh! Y no podemos olvidar el Club Deportivo Alba que nos dio acceso a la práctica deportiva en toda Cataluña, España y el mundo!

Después de 50 años ALBA se ha hecho grande, y se ha abierto a nuevos colectivos, porque los retos son enormes. Y cuando hablamos de personas no podemos dejar a nadie atrás. Y en su misión ya no hablamos solo de personas con discapacidad sino de personas en situación de vulnerabilidad. Porque… ¿Quién no ha necesitado o necesitará un poco de empuje en algún momento de su vida?

Por eso trabajamos para fortalecer una comunidad inclusiva y comprometida en las comarcas del Urgell y la Segarra, abriendo nuevos centros y servicios más cerca de las personas, en un territorio rural que queremos y deseamos proteger, a menudo olvidado y lleno de desafíos.
Algunos de los reconocimientos que ha recibido la entidad en los últimos años. 

2024 - Premio Arç Cooperativa a la Actividad del Asociacionismo Cultural Catalán por el proyecto del Bòlit.

2022 - IV Premios Inclusivos del Deporte Catalán por el Club Deportivo Alba.
Premio de la Fundación La Bastida, en el marco de la economía social y solidaria.

2021 - Premio J.M Piñol a la trayectoria del proyecto de obrador de galletas El Rosal.
Premio Respon.cat a la trayectoria y Responsabilidad Social Empresarial.

2018 - Premio de La Confederación en la categoría de gestión democrática por el Modelo Organizativo.

2016 - Premio al Voluntariado de la Generalitat de Catalunya.

2014 - Beca "Educar comiendo" de la Fundación Jaume Casademont.
Premio a la Responsabilidad Social Empresarial de la Diputación de Lleida.
Premios Solidarios ONCE Cataluña.

2006 - Premio de la Cámara de Comercio de Tàrrega.

2000 - Placa President Macià de la Generalitat de Catalunya.

1999 - Premios Culturalia del Ayuntamiento de Tàrrega por la trayectoria de la entidad.